Canto XV
“La facenda”
Piel de cordero. Boca de lobo.
Se ha extendido la facenda
que oculta como en trastienda
la explotación de la vida.
Hendiendo espaldas vencidas
silba el látigo homicida
en mano del que se vende
al más poderoso en sus tierras
Ignorando que la entrega
su corazón empobrece.
¡Ay del hombre que atesore
con la muerte entre sus manos!
¡Olvida que él es hermano
del amarillo, el indio y el negro!
¡Sin colores en el cielo
la vibración del lamento
se elevará en desconcierto
de esencias, de espíritus, de almas
que sin ligaduras del cuerpo,
sin el dolor del tormento
renacerán todas blancas!
Habrá desvelo por aquellas
que lucraron del escarnio.
¡Serán negras…almas negras
en la trastienda…vagando!